30.9.16

Apuntes sobre Mikao Usui. Parte 1.

Rika Saruhashi (origenesenciareiki.blogspot.com) es una conocida y reputada maestra japonesa de Reiki, que ha impartido varios talleres experimentales durante 2016. Yo asistí al primero de ellos, celebrado el 28 de mayo en la librería El olor de la lluvia de Madrid, y lo que se expuso en él, es lo que hoy me lleva a publicar estos 2 artículos. En ellos, y a partir de mis apuntes, se aúnan la historia personal del Maestro fundador del Reiki Mikao Usui con su contexto histórico, con el fin de despejar algunas de las incógnitas que rodean habitualmente la figura del Sensei, así como el origen de esta terapia complementaria a través de la información veraz y contrastada que se nos presentó.

Rika fue alumna de Hiroshi Doi, quien le dió información privilegiada sobre el Reiki tradicional japonés, el linaje más puro y cercano a Mikao Usui. Ella, durante mucho tiempo, se mantuvo como mera traductora de los documentos que recibió, pero no quiso publicarlos hasta poder contrastarlos y obtener el permiso necesario. La mentalidad japonesa de Rika y su forma de transmitir los conocimientos facilitan la comprensión de toda la historia.

La Maestra Rika Saruhashi durante el taller

Como daba a entender al comienzo, la historia de Mikao Usui siempre ha estado rodeada de misterio, mitos y contradicciones debido a 3 causas fundamentales. Por un lado, a la escasez de información sobre su vida, pues la mayor parte de los documentos (manuscritos o publicaciones) que sus alumnos dejaron se han perdido. Por otro lado, a que el Reiki japonés que M. Usui enseñó se ha mantenido en círculos muy cerrados de Japón, hasta el punto de pensar que había desaparecido, lo que ha dificultado que se difundieran las técnicas originarias. Y finalmente, a la tergiversación que la verdadera historia ha sufrido al transmitirse oralmente.

Para contextualizar la historia del Reiki, debemos situarnos a finales del S. XIX y principios del S. XX, periodo conocido como la revolución Meiji, en la que Japón se industrializa y moderniza en un tiempo récord, provocando una serie de cambios a nivel socio-económico que lo transformaron profundamente. Además, el incremento del comercio con otros pueblos hizo que el país nipón se abriera al mundo, favoreciendo así el conocimiento de otras culturas como la judeo-cristiana, que posteriormente ejerció una gran influencia. Como contrapunto, las diferencias entre ricos y pobres se acentuaron y el pueblo japonés sufrió una fuerte pérdida de identidad.

En esa incipiente sociedad, la medicina y los medicamentos tan sólo eran accesibles a las clases pudientes, y la sanidad pública, tal y como la conocemos hoy en día, era inexistente, por lo que entre la población más desfavorecida empezaron a surgir diferentes terapias naturales y movimientos espirituales para sanarse.

De la figura de Mikao Usui sabemos que nació el 15 de agosto de 1865 (según consta en su lápida del Templo Saihoji de Tokio), en el seno de una humilde familia de un pequeño pueblo de montaña, donde llevó una existencia tranquila. Era un hombre muy inteligente, de mentalidad abierta y autodidacta, gran lector y con un fuerte carácter inconformista que alcanzó un gran conocimiento de todos los aspectos de la vida. Sufrió periodos de precariedad económica y desarrolló multitud de trabajos, algunos de ellos de tipo administrativo como consejero espiritual en la cárcel, secretario en una organización religiosa y también del alcalde de Tokio. Fue padre de 2 hijos y vivió en Kioto y Tokio sucesivamente. Se ha constatado que, a pesar de lo complicado de viajar en esa época, estuvo en China y Estados Unidos, aunque se desconocen las regiones. Sin embargo, no se ha demostrado que realizara estudios superiores, y mucho menos, que fuera rector de una universidad extranjera como se ha afirmado. También se sabe que no era budista, aunque llegara a lo largo de sus años de meditación y estudios, a una conclusión cercana a esta doctrina filosófica y religiosa conocida como el Anshin Ritsumei, que viene a decir que "pase lo que pase, mantente en calma". Sería como alcanzar un estado de paz absoluta que nos abre el camino a la felicidad plena.

El Sensei Mikao Usui

Tal y como destaca Rika, la religión no está muy arraigada en el pueblo japonés y la mayor parte de la población combina el sintoísmo, creencia en las deidades de la naturaleza, con el budismo. Son, en sus propias palabras, "creyentes universales", que practican, por así decirlo, un poco de esto y un poco de lo otro.

Hasta aquí, podemos ver cómo la vida del Sensei es de una simplicidad pasmosa, acorde con el estilo de vida del pueblo nipón, al que le gustan las historias sencillas, humanas y cercanas, alejadas de los grandes actos y heroicidades más propios del pueblo americano y su tendencia a engrandecerlo todo.

No es hasta finales de su vida, aproximadamente unos 7 años antes de morir, cuando Mikao Usui comienza a plantearse su existencia y emprende una búsqueda sobre el sentido de la vida, que le llevará a años de meditación dando lugar a los hechos que puedes continuar leyendo aquí.

Energía, luz y amor.



Apuntes sobre Mikao Usui. Parte 2.

Como escribía en el artículo anterior, Mikao Usui sintió un vacío interior a finales de su vida, una gran crisis personal que le hizo empezar a buscar el sentido a su existencia. Los siguientes tres años los pasó meditando diariamente y practicando Zazen en un templo budista que acabó abandonando. Poco después, y tras consultar a su maestro sobre cómo podía alcanzar la felicidad, se retiró al monte Kurama, popular lugar sagrado para este tipo de retiros. Allí inicia un periodo de limpieza de las energías densas y pesadas que le impiden avanzar en su evolución y comienza un estricto periodo de ayuno y meditación durante 21 días, que culminan con su iluminación. En ese momento, también se le revelan los símbolos del Reiki, aunque ni él ni la tradición japonesa los emplean. Al ser consciente de su nuevo estado en armonía con el Universo y del uso que de la Energía se puede hacer, decide llamar a esta técnica Reiki. Corría marzo de 1922.

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"Mikao Usui gozaba de una sabiduría y sensibilidad innatas que le llevaron a este camino de autoconocimiento y sanación"
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A la bajada del monte, Mikao Usui pudo comprobar sobre sí mismo los efectos del Reiki. Sirvan como ejemplos la rápida recuperación que sintió ante la torcedura de su tobillo y cómo el primer almuerzo tras su ayuno no le hizo daño al estómago.

Maestro Hyakuten Inamoto en el monte Kurama

De toda la historia podemos extraer 2 conclusiones fundamentales. La primera hace pensar que Mikao Usui gozaba de una sabiduría y sensibilidad innatas que le llevaron a este camino de autoconocimiento y sanación. La segunda enseñanza y más importante si cabe, es que demostró que cualquier persona puede alcanzar el estado de iluminación. El hecho de que el Sensei fuera una persona sencilla y corriente propició que esta técnica energética se extendiera entre la población y que no se restringiera a las paredes de los monasterios, como hubiera ocurrido en el caso de haber sido monje, lo que hubiera limitado su uso y expansión enormemente, y quien sabe, si la hubiera condenado a su extinción otra vez.

Al mes siguiente, Mikao Usui abandonó Kioto donde residía y se trasladó a uno de los barrios más caros y cosmopolitas de Tokio donde fundó la Usui Ryoho Gakkai. Debido a su precariedad económica, se intuye que alguien rico y poderoso pudo ejercer de mecenas apoyándolo y financiándolo en sus inicios como terapeuta. En su escuela, M. Usui atendió a todas las personas que lo deseaban, fueran ricos o pobres, y no exigió a nadie los 21 días de ayuno ni de meditación si querían instruirse en Reiki, pues era conocedor de la complicada vida actual que solemos llevar. Sin embargo, parece ser que la matrícula era bastante cara, algo a lo que tampoco se ha encontrado explicación.

Siendo consciente del poco tiempo que le quedaba, M. Usui enseñó unas directrices muy firmes a sus alumnos para que se perpetuara esta técnica de sanación y crecimiento, y lo resumió todo en los 5 principios del Reiki, que nos permiten alcanzar la felicidad.

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"no exigió a nadie los 21 días de ayuno ni de meditación"
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Es importante remarcar que todo sucedió con bastante celeridad, pues desde que M. Usui comienza su búsqueda hasta que fallece el 9 de marzo de 1926, pasaron tan sólo 7 años. De esos 7, 4 los pasó meditando hasta alcanzar la sintonización con la energía Reiki y los últimos 3, los dedicó a enseñar esta técnica en su escuela. 

A pesar de la luz que arrojó Rika, aún quedan muchos aspectos sin esclarecer. Esperemos que el tiempo nos vaya descubriendo toda la información que nos falta para poder comprender toda la historia.

Energía, luz y amor.