20.12.20

Cómo mejorar tus sesiones de Reiki. Consejos

Los consejos que hoy te traigo van dirigidos a mejorar tus sesiones de Reiki y a hacer que sean una bonita experiencia que deje encantados a tus pacientes. Además te contaré algunos trucos para que tu cuerpo no se resienta por el esfuerzo realizado durante los tratamientos, algo bastante común entre los terapeutas y reikistas.

Crea un ambiente relajante:

Crear un ambiente relajante y acogedor en la habitación donde se va a impartir el tratamiento es muy sencillo y contribuirá a aumentar las sensaciones que generalmente el Reiki despierta. Sólo necesitarás tener en cuenta unos cuantos detalles y jugar con varios factores como la luz, los olores y los sonidos. Por ejemplo, en cuanto a la luz, puedes correr las cortinas o bajar las persianas para dejar que entre sólo una luz natural tenue y suave en la estancia. Encender una o varias velas (elemento fuego) y jugar con los colores de los portavelas te ayudarán a crear también un ambiente más recogido. Asimismo es bueno poner 2 vasitos con agua (elemento agua) cerca de donde vas a canalizar Reiki, uno para ti y otro para el paciente, que al finalizar la terapia tendréis que beber. Ese agua se habrá cargado con Reiki y será muy beneficiosa para vosotros. Los olores desempeñan un papel fundamental a la hora de relajarnos, por lo que quemar algún aceite esencial siempre será bienvenido. Los cítricos como el limón o la naranja aportarán vitalidad y frescor a la habitación, mientras que los olores dulces crearán una atmósfera cálida y envolvente. También puedes quemar incienso (elemento aire) pero con moderación para no agobiar. Mi consejo es que elijas un olor del gusto del paciente siempre que puedas. Ten a mano también una manta por si la persona siente frío en algún momento. En cuanto al sonido, poner música relajante como mantras, sonidos de la naturaleza o de cuencos tibetanos durante la sesión ayuda a entrar en un estado de paz y meditación. Para finalizar haz sonar suavemente un gong, unos crótalos o un cuenco tibetano, así le harás saber al paciente que has terminado y tomará conciencia de la situación.

Cuida tu postura:

Por otro lado, impartir una sesión Reiki puede ser cansado para el reikista por el desgaste físico que supone, sobre todo si no se dispone de unos medios adecuados. Para minimizar esos efectos, es aconsejable que tengas en cuenta los siguientes consejos: durante toda la sesión coloca las manos en concha, es decir, con las palmas ligeramente acuencadas y todos los dedos juntos evitando así fugas de energía. Además, mantén relajados los hombros para no sobrecargarlos ni acumular tensiones en la zona superior de la espalda. Evita inclinarte hacia el paciente y mantén la columna vertebral recta. Cuando la zona a tratar se encuentre alejada de ti juega con las posiciones de las manos para  dirigir la energía hacia esa zona específica. No olvides que el maestro Mikao Usui canalizaba Reiki principalmente a través de la vista y el aliento. Usa tú también esas técnicas para facilitarte la tarea.

Espero que estas pautas te ayuden en tu práctica de Reiki y piensa que durante una sesión de Reiki no hay nada nunca realmente mal hecho, pues lo verdaderamente importante es la intención de canalizar Reiki, por lo que no debes obsesionarte con otras ideas ni limitaciones. Reiki siempre funciona, lo hagas como lo hagas. Lo expuesto anteriormente, son sólo consejos para ayudarte y disfrutar más de esta técnica energética.

Gracias por leer el artículo y no dudes en compartirlo si te ha gustado o si piensas que puede ser útil a otros practicantes de Reiki.

Energía, luz y amor.