27.11.16

Evolución interior y crecimiento personal

Algunas de las terapias alternativas que trato en mi blog como el Reiki o la meditación, independientes entre sí pero estrechamente interrelacionadas, incluyen pautas que conllevan a la introspección e incrementan nuestro autoconocimiento, y nos sitúan en un proceso paralelo conocido bajo diferentes nombres como evolución, crecimiento o desarrollo personal, pero ¿en qué consiste exactamente esto?

Para entenderlo completamente partiremos de la base de que los seres humanos percibimos la realidad en función de nuestras experiencias, nuestras vivencias y nuestras decisiones. La realidad es por tanto un reflejo de lo que cada uno guarda en su interior y como tal, no podemos reconocer nada que no llevemos con nosotros. Cuando somos conscientes de que algo no nos gusta en nuestra realidad, o incluso en alguien, somos conscientes de que tampoco nos gusta en nosotros mismos y al querer cambiarlo nos embarcamos en un proceso de evolución interior que culminará con nuestro crecimiento personal.

Ese crecimiento personal es el camino que nos lleva a conectar con nuestra esencia o conciencia más profunda (Ser Interior) con el fin de ser plenamente responsables de todas nuestras acciones y sus consecuencias, las cuales nos llevarán a un nivel superior de conciencia que nos acerca a la plenitud como individuos en todos los planos personales. De esta forma se favorecen comportamientos más equilibrados y justos de acuerdo a las expectativas y las esperanzas depositadas en cada situación.


El desarrollo personal implica asimismo incrementar y mejorar las potencialidades mentales, emocionales y espirituales que todos tenemos, lo que se traduce en generar pensamientos positivos y plenos y actos consecuentes. Generalmente se trata de un compromiso que adquirimos casi de por vida con avances y retrocesos constantes. Además, es un trabajo interno pero permanente que cada uno recorre en soledad en pos de madurar y dar lo mejor de sí mismo. La evolución personal da sentido a nuestra vida.

Hay muchas formas de involucrarnos en nuestro crecimiento. Aquí os dejo una lista de herramientas para favorecerlo más allá de las habilidades y capacidades individuales:

  • Observa tus pensamientos y los sentimientos que éstos te provocan. Analiza sus causas y profundiza en ellos.
  • No juzgues a los demás. Cada uno es responsable de sus actos y sólo tus acciones son responsabilidad tuya. Deja a cada uno sus comportamientos.
  • Armoniza lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Busca la coherencia para que esa armonía llegue a todos los rincones de tu vida. 
  • Motívate siempre con pensamientos positivos y abandona las ideas destructivas que a todos nos cruzan por la mente alguna vez. De la misma forma que eliges tu ropa cada día, puedes elegir qué pensamientos tener. Es cuestión de entrenamiento.
  • Muestra empatía con los demás e intenta ponerte en su lugar. O dicho con un refrán: cuando alguien juzgue tu camino, préstale tus zapatos. Piensa que cada persona tiene unas circunstancias distintas que no siempre conocemos.

Renunciar a nuestra mentalidad negativa, a las culpas, a las quejas y a las excusas así como a nuestra necesidad de controlarlo todo y querer tener razón es necesario igualmente si deseamos seguir creciendo en la dirección correcta y alejarnos de las vibraciones bajas que nos acercan al concepto de enfermedad o bloqueos que ya vimos.


Quizás, de alguna u otra forma, todos estamos inmersos en este proyecto y en algún momento u otro nos hayamos propuesto estas metas, pero sólo siendo conscientes de querer mejorar como personas con cada uno de nuestros actos, podremos involucrarnos plenamente en este camino de evolución y alcanzar el equilibrio y madurez suficiente en todos los ámbitos de nuestra vida para trasladarlos a nuestro entorno. 

No desistas, la vida es un aprendizaje continuo y constante que merece la pena vivir siendo consciente.

Gracias por leerme. Puedes compartir tus experiencias y opiniones más abajo si lo deseas.

Energía, luz y amor.