14.8.15

Sensaciones I

Cada persona experimenta los efectos del Reiki de forma diferente, y aunque yo desconozco esas razones, sí es posible confeccionar una pequeña lista con las sensaciones más frecuentes que se pueden sentir durante una sesión de Reiki. Generalmente, se experimentan de forma conjunta, es decir, que unas van acompañadas de las otras, de forma que podemos notar varias a la vez. Aunque también se podría no experimentar nada, aunque yo personalmente, sólo he tenido un caso y no fue durante una sesión propiamente dicha.


La primera, y más común de ellas, es sentir una profunda sensación de tranquilidad, calma y relax, un profundo estado de bienestar, que puede conducirnos a un sueño reparador del cual nos despertamos con una agradable sensación y un modo más positivo de ver la realidad.

Los cosquilleos y hormigueos por todo el cuerpo, o sólo en zonas concretas, son otra de las sensaciones inequívocas que se pueden experimentar durante la sesión de Reiki. En multitud de ocasiones me han hecho referencia a esto con un "uf! qué cosquilleo/hormigueo me está subiendo por el cuerpo". Suele ser el principio de una intensa relajación.

La mayor parte de las veces es habitual sentir un intenso calor que se desprende de las manos del reikista y que se focaliza en la parte concreta donde están las manos. No obstante también puede ocurrir que, incluso una vez desplazadas las manos a otra zona, el calor siga sintiéndose en la parte anterior o en una zona distinta. Se trata de una sensación placentera y relajante.

Las sensaciones que expongo a continuación son menos habituales, pero todas ellas las he podido observar en mayor o menor grado alguna vez. Este grupo de sensaciones no podrían definirse como agradables y gustosas pero ocurren igualmente para nuestro bien. Destacan las siguientes:

Sentir frío o quedarse helado durante la sesión. En esos casos es aconsejable arropar al paciente para que se sienta más cómodo y entre en calor. 

Toser, sentir calambres, tirones, movimientos involuntarios o espasmos de algunas extremidades con más o menos suavidad son otros ejemplos. No deben reprimirse ni impedirse, ya que en mi opinión, se está favoreciendo la eliminación de bloqueos.

La lista de sensaciones es muy extensa y variopinta, así que con el tiempo y las nuevas experiencias que he tenido, me he animado a crear otra lista para complementar la de este artículo. Además, si eres practicante de Reiki, en el siguiente enlace podrás descubrir cómo mejorar tus sesiones de Reiki con unos sencillos consejos.

¿Has tenido alguna de las sensaciones descritas en estas listas? Mi consejo es que el Reiki hay que experimentarlo. Anímate a probarlo y disfruta de una sesión de esta maravillosa terapia complementaria. ¡Hasta el próximo artículo!

Energía, luz y amor.